Siempre me educaron en que nadie es mas que nadie y en que debemos ayudar al que más lo necesita, con humildad. Qué palabra más bonita y tan olvidada…!!
Dicen que siendo humilde, cada uno es más estable en el respeto a uno mismo y por lo tanto evita caer en la arrogancia. Esta palabra tan terrible que crea en el ser humano la necesidad de poder, provocando a menudo la insensibilidad y otros trastornos como la tendencia a impresionar, dominar y limitar la libertad de otras personas para probar el poder de uno mismo... disminue la fuerza del valor interior y de la dignidad, la paz y la mente de uno.
Vivir cada día con humildad y veréis cómo sois más felices!
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