Familias de acogida: Niñas que buscan padrinos

Quiero hablaros de un proyecto nuevo que va a dar comienzo en una provincia China muy rural y pobre que se encuentra cerca de la planicie Tibetana que se llama Guizhou. Es una provincia muy montañosa y con muchos orfanatos a donde es muy difícil llegar incluso en coche.

La cuestión es que el CCAA (El Centro Chino de Adopciones de Pekín) propuso directamente a LWB el comenzar en esta zona un programa de familias de acogida. Nuestro director en China de familias de acogida se trasladó a la zona en verano y visitó tres orfanatos. Quedó impresionado con el cariño y cuidado que mostraban el director y el personal hacia los niños.

Después de estudiar cómo llevarlo a cabo, por fin nos han llegado las diez niñas que van a tener la suerte de contar con el cariño de una familias de acogida. Son niñas adoptables a quienes esperamos el Centro Chino busque cuanto antes su familia definitiva pero mientras esto ocurre ellas necesitan ser apadrinadas para echar a andar este programa. Os las presento, de izquierda a derecha y de arriba abajo: Alba, María, Almudena, Irene, Nerea, Laura, Luz, Montserrat, Inés, Ane.

Ya sabéis que una familia de acogida es un regalo muy especial para un niño huérfano. No solo permite sacar a los niños del entorno institucionalizado de un orfanato sino que hace que puedan desarrollarse por completo recibiendo amor y cariño, y les ayuda a curar sus heridas psicológicas y emocionales. Conocen el modelo más cercano a lo que supone tener una familia.

Estamos buscando dos padrinos por niña, cada uno con un apadrinamiento que cuesta 30 € al mes ya que cada niña necesita dos padrinos (total 60€).

Cada padrino recibirá mensualmente informes del progreso de su niña y preciosas fotos, permitiéndole así ver claramente cómo la donación que hace, mejora de una manera tan importante en la vida de la niña.

En caso de estar interesado, ponte en contacto con lwbspain@gmail.com para tramitar tu apadrinamiento. Gracias!!

Comentarios

  1. Jone estás haciendo un gran trabajo, se me llenan los ojos de lágrimas de triteza y también de felicidad al leer estas historias.

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