En general, hay una diferencia abismal en el estado anímico, de estimulación, intelectual, etc. entre un niño que ha sido querido y cuidado por una familia de acogida y uno que ha estado en una institución hasta que ha sido adoptado. Los beneficios para los menores son incuestionables pero cuántas veces suelo pensar en esos héroes que son las familias de acogida. ¿Hay mayor generosidad que esta? Querer, criar y dar todo a un niño sin saber si lo estás haciendo para unos meses o años... Imagino que saben que están dandole ese cariño 'sustituto', ese estímulo y esa fuerza emocional que tanto va a necesitar en su vida futura pero... tiene que ser tan duro!
Por eso, desde estas líneas, os pediría a aquellos que sepáis con certeza que vuestro hij@ ha estado en familia de acogida, os molestéis en mandar fotos y actualizaciones al orfanato de vuestros hijos para que se los hagan llegar. Tiene que ser demasiado duro no volver a ver a ese niño tan querido y no volver a saber nada de él. Sí, también sé que algunos orfanatos ni contestan y dudo que incluso les hagan llegar a las familias de acogida las actualizaciones, pero no es lo habitual y siempre cabe la esperanza de que lo guarden en el expediente del menor a la 'espera' de que cambien de idea.
Desde aquí mi pequeño homenaje para estas familias tan necesarias en la realidad del cuidado de los huérfanos.
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